viernes, 24 de abril de 2009

Me gustaría pensar, de verdad, que todo lo escrito es una mera provocación, de ser así enhorabuena porque ha funcionado. Para mí es un tema con el que no se debería frivolizar.

En un arrebato de pedantería me gustaría, antes de nada, aclarar lo que significa el término feminismo, lo digo porque suelo escuchar comentarios constantes en el que la gente reniega del término desligándose del movimiento pero que defiende conceptos englobados en él.

1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.

2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.

Real Academia Española

De lo que se puede extraer diferentes conclusiones, para mí, la primera y más importante es que se exige iguales derechos, no que seamos iguales o que vivamos del mismo modo. Se trata de una búsqueda de la justicia social y yo abogo como mínimo por un feminismo de conciencia, tanto para hombres como para mujeres.

En segundo lugar, no se puede culpar a otros del fracaso personal o de una mala elección, es decir, si quieres vivir de otra persona nada te lo impide o más bien, nadie. Probablemente lo difícil sea que lo haga de una manera incondicional.

A lo mejor el hecho de preocuparse en exceso de estar perfecto y no cultivar otras facetas hace que los demás se acerquen pero no que permanezcan.

Creo que la igualdad de derechos permite la elección y no lo contrario, cuando hay desigualdad es cuando no queda alternativa.

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